Instal.lat en l'hostal Pariwana, al rovell de l'ou, surto a córrer perquè em sento bé i m'agrada conèixer així el barri. Vaig baixant de l'Óvalo de Miraflores cap al centre comercial Larcomar, just a sobre el penya-segat que dóna a la platja, quan em trobo una carrera popular de parelles, ells vestits amb corbatí, elles amb vel i els dos amb nas de pallasso. En el passeig marítim força gent corrent també com jo o amb bici o vacunant els gossos en unes carpes habilitades... La costa es veu bonica però no tinc temps a perdre i segueixo corrent Diagonal amunt.
Ja dutxat i fresc surto a passejar una mica i de compres, quan sento música de tango i m'apropo a l'amfiteatre del Parc Kennedy. Allí un grup està ballant i després un noi dóna les instruccions per fer el pas de base. Tothom s'ho mira atentament i quan acaben les explicacions demana que els que en saben treguin a ballar als que estan mirant. Una noia de les que en sap s'ha fixat en el turista que s'ho mira somrient, que sóc jo, i em treu a ballar... Ràpidament veu que una mica d'experiència en el tema hi tinc i m'ensenya ràpidament
Ja al vespre em preparo per tornar a trepitjar un aeroport tres mesos després. M'entra un sentiment d'alegria, nostàlgia i a la vegada de nervis... Han sigut molts anys d'aeroport en aeroport setmanalment, però aquest cop només hi vaig a recollir. La Laia, finalment amb unes hores d'endarreriment, ha arribat! Hem estat preparant durant mesos la seva arribada i el compte enrere ja ha acabat i apareix per la porta amb un nano suís, company de seient en l'avió. Somriures, petons i abraçades després de tant de temps i compartim taxi fins a Miraflores, mentre ens anem posant al dia.
La Laia es lleva ben d'hora, com ja tenia previst, a causa del canvi horari i aprofitem per fer un bon esmorzar i anar a fer una volta pel barri. De fet és el mateix recorregut que vaig fer corrent, però a pas tranquil, deixant que la Laia descobreixi
La tarda i el dia següent els dediquem a passejar per zones una mica menys turístiques i visitar centres comercials temàtics com els d'electrònica en busca d'un iPod Touch, el dels freaks del manga per fer una entrega i el de teixits i artesania local per comprar samarretes, jaquetes i
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De nuevo un bus nocturno. En el Perú las distancias son muy largas y para no perder días
Instalado en el hostal Pariwana, en pleno centro, salgo a correr porque me siento bien y creo que me gustará conocer así el barrio. Voy bajando del Óvalo de Miraflores hacia el centro comercial Larcomar, justo encima el acantilado que da a la playa, cuando me encuentro una carrera popular de parejas, ellos vestidos con pajarita, ellas con velo blanco y los dos con nariz de payaso. En el paseo marítimo bastante gente corriendo también como yo o en bici o vacunando los perros en unas carpas habilitadas... La costa se ve bonita pero no tengo tiempo que perder y sigo corriendo Diagonal arriba.
Ya duchado y fresco salgo a pasear un poco y de compras, cuando oigo música de tango y me acerco al anfiteatro del Parque Kennedy. Allí un grupo está bailando y después un chico da las instrucciones para hacer el paso de base. Todo el mundo se lo mira atentamente y cuando acaban las explicaciones pide que los que saben saquen a bailar a los que están mirando. Una chica de las
Ya al atardecer me preparo para volver a pisar un aeropuerto tres meses después. Me entra un sentimiento de alegría, nostalgia y a la vegada de nervios... Han sido muchos años de aeropuerto en aeropuerto semanalmente, pero esta vez sólo voy a recoger. Laia, finalmente con unas horas de atraso, ha llegado! Hemos ido preparando durante meses su llegada y la cuenta atrás ya ha acabado y aparece por la puerta con un chico suizo, compañero de asiento en el avión. Sonrisas,
Laia se levanta bien temprano, como ya tenía previsto, debido al cambio horario y aprovechamos para hacer un buen desayuno e ir a dar una vuelta por el barrio. De hecho es el mismo recorrido que hice corriendo, pero a paso tranquilo, dejando que Laia descubra un mundo completamente diferente al que está acostumbrada. Es divertido verla sorprenderse por cosas que para mí ya son habituales. Me irá bien tenerla por aquí porque me aportará otra vez la alegría de la curiosidad por la primera vez que ves las cosas. Entramos a tiendecitas, curioseamos y hablamos con los vendedores, hasta llegar a Larcomar donde disfrutamos de las bonitas vistas al mar, nos divertimos observando la
La tarde y el día siguiente los dedicamos a pasear por zonas algo menos turísticas y visitar centros comerciales temáticos como los de electrónica en busca de un iPod Touch, el de los freaks del manga para hacer una entrega y el de tejidos y artesanía local para comprar camisetas, chaquetas y cintas. Un recorrido muy extraño que nos lleva a visitar también barrios de los no recomendados como La Victoria, paseos sin turistas. Una cena en el barrio de Barranco, en el más que recomendable restaurante de Canta Rana con una excelente comida y un muy buen ambiente mientras Argentina ganaba en Costa Rica con exhibición de Messi y Agüero. Y también antes de marchar un intento de ir a ver las ruines de la Huaca Pucllana, pero cómo que era martes, estaba cerrada... Nada que hacer, algo más de paseo por el centro más histórico sin que nos acabe de entusiasmar, Laia estresada con tanto movimiento, tanto coche y taxi tocando la bocina sin ningún motivo aparente y a todas horas, y las pocas horas de sueño... Así que nos retiramos a buscar ya el bus de la noche que nos llevará hacia las montañas del Huascaran, la Cordillera Blanca, Huaraz. Ya tenemos ganas de salir de la gran ciudad. El viaje con Laia empieza aquí.
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