A San Juan comencem a trobar un munt d’espanyols, tots coneguts pel meu grup, tots cooperants i voluntaris.

Pel matí, més ganes de platja i descobrir. Així que anem a Platja Coco, on un altre grup de cooperants espanyols també ens hi esperen. Quin país més solidari!
I platja Coco és una altra delícia pels sentits. Tot el matí banyant-nos o sota l’ombra d’un canyar, parlant, discutint, cremant el país. A aquests nanos se’ls nota amb idees i ganes d’actuar, a Nicaragua, Espanya i on faci falta.
N’Uko i la Leo, ja ens havien abandonat pel matí, també els 3 turistes, després de la platja marxen en Xavi i en David.

Més platja pel matí. Amb el jeep i el propietari de l’hostal Casa Oro anem a platja Maderas i vorejant la costa cap al nord trobem racons més i més interessants fins acabar novament en un petit paradís. No em mouria mai d’aquí, però ja havia decidit anar a Ometepe i és l’hora dels comiats. Xavi, Cris, Agus, Luís i Sarai, també m’acompanyaran en aquest viatge. Agafo el bus, deixo San Juan enrere i jo continuo endavant.
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Acabada la tarea en La Flor nos retiramos hacia San Juan, parando para ver el ocaso en la playa del Remanso y tomo unas cuantas fotos en honor a mi primo, largo compañero de viajes.
En San Juan empezamos a encontrar a un montón de españoles, todos conocidos por mi grupo, todos cooperantes y voluntarios. También hay tres que van por libre, son turistas como yo, Daniel, Alex y Laura, y habían visitado ayer La Flor.

Por la mañana, más ganas de playa y descubrir. Así que vamos a Playa Coco, donde otro grupo de cooperantes españoles también nos espera. ¡Qué país más solidario!
Y playa Coco es otra delicia para los sentidos. Toda la mañana bañándonos o bajo la sombra de un cañaveral, hablando, discutiendo, quemando el país. A estos chicos se les nota con ideas y ganas de actuar, en Nicaragua, España y donde haga falta.
Uko y la Leo, ya nos habían abandonado por la mañana, también los 3 turistas, después de la playa se marchan Xavi y David.

Más playa por la mañana. Con el jeep y el propietario del hostal Casa Oro vamos a playa Maderas y bordeando la costa hacia el norte encontramos rincones más y más interesantes hasta acabar nuevamente en un pequeño paraíso. No me movería nunca de aquí, pero ya había decidido ir a Ometepe y es la hora de las despedidas. Xavi, Cris, Agus, Luís y Sarai, también me acompañarán en este viaje. Cojo el bus, dejo San Juan atrás y yo continúo adelante.
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